DATOS BIOGRAFICOS POR BRAULIO RODRIGUEZ
EUSEBIO VIDAL, MAGO DE LA LUZ.
Como todo buen estudiante, Eusebio Vidal venera a sus maestros. No es para menos. Es posiblemente el o más tradicional y pulido hijo de la Escuela de Santiago. De la mano del mayor representante vivo de la plástica cibaeña, el maestro Jacinto Domínguez, a quien idolatra, comienza a dar forma a su condición innata de artista.
Llevaba a cuestas una experiencia bastante interesante. El haber laborado en una imprenta le permitía diferenciar y preparar matices de colores con la capacidad de un experto. Esto fue vital en la limpieza, madurez y belleza de su obra desde sus inicios.
Sus paisajes campestres con aire de campiñas cibaeñas discurren como un manantial intenso, sus marchantas, campesinos curtidos por la faena agrícola, las muchachas repletas de una juventud cándida y risueña denota un artista que trasciende y se viste de maestro.
Eusebio hace un uso de la luz con una maestría excepcional ya sea con el lápiz a carbón, la pintura acrílica, el óleo, el pastel o con la acuarela.
El manejo que hace de la luz hace posible que el objeto o motivo de inspiración le dé armonía al contenido, destacándose con la forma, el volumen, la expresión y la ubicación espacial.
En medio de contrastes de luz y sombras los
motivos de inspiración del maestro Vidal, van posando en la vista del espectador como una sinfonía de colores entusiastas, de motivos tan nuestros, tan cibaeños, del campesino que todos llevamos dentro y que la modernidad se engulle dejando un triste suspiro de añoranzas.
Su apego a la ruralidad lo lleva a la experimentación con los motivos cibaeños ya no solo de su Santiago natal, se muda a una tranquila calle de Moca en donde el aire pueblerino y gran producción agrícola, sirven de inspiración a sus paisajes costumbristas, personajes y motivos plásticos, como una forma de perpetuar los momentos que
nos llenaran de nostalgias en nuestra infancia, en ese instante en que el campo penetraba a una ciudad con aire rural.
La crónica visual encantadora de Eusebio registra con belleza inusual esos recuerdos de grandes añoranzas, para que queden en la memoria histórica del futuro los espacios, las vivencias y los personajes de nuestra ruralidad apasionante.
En sus personajes se destaca no solo la limpieza y la perfección de los colores y los detalles más mínimos dentro del contexto del costumbrismo realista dominicano, del cual es uno de los pioneros, pues se adentra en un exquisito manejo de la luz que da gracia, viveza y belleza a su producción plástica.
La familia Vidal ha dado varios artistas, desde músicos, poetas y varios virtuosos de la plástica como si quisieran reafirmar la hipótesis de que los artistas vienen dotados desde el nacimiento con unas condiciones muy favorables para desarrollar su talento aún en condiciones difíciles. Lo cierto es que Eusebio Vidal ha nacido y desarrollado su talento en un oficio que da motivos para dejar salir su pasión, para mostrar al mundo sus mudos sentimientos que emergen como volcán en cada una de sus obras.
La calidad de su pincel como retratista ha convertido a Eusebio Vidal en un pintor muy solicitado por los jerarcas militares cuyos atuendos en los atuendos del uniforme son asombrosamente pintados con todos los detalles, asimismo empresarios y políticos solicitan los servicios de este maestro que no puede olvidar sus orígenes ni sus maestros, pues siempre trae de su enorme memoria emotiva los motivos del campo, del periodo de la transición de la ruralidad a la urbanidad con sus personajes más auténticos.
Su obra es extensa , son miles los trabajos de este creador de la plástica, los cuales se degustan con una exquisitez embriagante y una admiración que desborda los límites del asombro.
DATOS BIOGRÁFICOS DE EUSEBIO VIDAL:
Nace en Santiago, República Dominicana y se entrega a los catorce años al estudio formal de la pintura, específicamente al dibujo en la Escuela de Bellas Artes de Santiago. Se gradúa en 1982 e inicia su labor durante varios años como caricaturista de un periódico de circulación nacional y da muestra fehaciente de su enorme acervo creativo.
Su pasión por la plástica lo lleva a participar junto a otros jóvenes inquietos de Santiago en importantes exposiciones colectivas, incluyendo obras que fueron
presentadas y bien valoradas en los "XV Juegos Centroamericanos y del Caribe, Santiago 86".
Su trayectoria como profesional del pincel fue coronado con premios otorgados por
instituciones de Santiago, como fue el segundo lugar en el concurso de pintura y dibujo de la Sociedad Alianza Cibaeña entre otras menciones de honor, pergaminos y reconocimientos.
El último de sus méritos vino de parte de la fundación "Huáscar Rodríguez Herrera, ganando el primer lugar con la obra en óleo "Vendutera"
En su carrera como pintor ha participado de tres exposiciones colectivas, entre 1980 >
1990, cuatro individuales que son:
-1980: CENTRO DE LA CULTURA SANTIAGO
-1986: INDIVIDUAL DE DIBUJOS DEPORTIVOS PARA LOS XV JUEGOS CENTRO AMERICANOS Y DEL CARIBE SANTIAGO 86
-1987: HOTEL SANTIAGO CAMINO REAL
-1993: CASA DE TEATRO SANTO DOMINGO
Las costumbres y tradiciones han sido la fuente de inspiración para sus pinturas, recreando los recuerdos a través de bodegones paisajes y retratos.
Sus motivos íntimos de inspiración son la tierra del Cibao, las cuales son improntas con un gran sentido poético, sus coches, marchantes y los rostros de ancianos.